No mires ahora — Daphne du Maurier

Acabo de leer dos libros de Daphne du Maurier: la novela El chivo expiatorio (The Scapegoat, 1957) y No mires ahora y otros relatos (Don’t look now, 1971). Du Maurier (1907-1989) nació en Londres en el seno de una familia acomodada y dedicada al mundo de las artes en muchas de sus vertientes: su padre era actor y manager, su madre actriz, su abuelo paterno escritor y dibujante, su tío dramaturgo. Las dos hermanas de Daphne acabaron siendo escritora y actriz respectivamente. Sin embargo, a ella eso de estar en el candelero como sus padres no le atraía. En cuanto pudo, cambió Londres por la tranquilidad de Cornualles. Lo que siempre tuvo claro es que quería dedicarse a la escritura y vivir de ella. Publicó sus primeros relatos a los 17 años y su primera novela a los 24. Ya siendo una escritora de éxito, se ganó fama de esquiva porque apenas concedía entrevistas y no se dejaba ver mucho en sociedad. Pero hizo algunas excepciones: en 1977 aceptó participar en «Desert Island Discs» de la BBC, un programa de radio que se emite desde los años 40 y que aún sigue en antena. Si entiendes el inglés y te gusta Du Maurier, vale la pena dedicarle media hora. Con su tono de voz decidido y enérgico, responde a las preguntas acerca de su música favorita (obras de Grieg, Rachmaninov, Debussy, Ravel, Vaughan Williams, etc.), de su rutina como escritora, de cuánto le gusta la tele y el whisky con ginger-ale. Y nos cuenta que se llevaría a una isla desierta (porque esa es el premisa del programa) una edición de las grandes obras de Jane Austen.

Le gustara o no la fama, fue una escritora enormemente popular en su época, conocida sobre todo por Rebeca (1938), un éxito de ventas instantáneo que fue llevado al cine por Alfred Hitchcock solo dos años después. Esta novela de tintes góticos con reminiscencias de Jane Eyre dio a Du Maurier una injusta fama de escritora romántica. Una lectura atenta de Rebeca debería servir para descartar esa etiqueta, a la que quizás contribuyó la cinta del maestro del suspense, ya que la censura de la época le obligó a cambiar la causa de muerte de la primera y muy enigmática Sra. de Winter. En cualquier caso, está claro que la obra de Du Maurier se nutre del movimiento literario romántico, el de las Brönte. Pero Rebeca no es una novela romántica ligera, sino que utiliza el clásico esquema «chica conoce chico» para presentar una historia de amor, celos, miedo, venganza, pasión, etc. La pareja protagonista no acaba comiendo perdices alegremente, sino que atraviesan una dura etapa de aceptación, de transición hacia la madurez especialmente en el caso de la segunda señora de Winter, que sin duda debe abandonar para siempre cualquier sueño de príncipe azul en cuanto acepta a su marido con todo su equipaje. Que no es liviano.

Otro factor que puede haber perjudicado la imagen de Daphne du Maurier es su condición de escritora best seller en su época. Solo recientemente la crítica literaria ha empezado a interesarse por la obra de esta autora, es especial a partir de 2007, cuando la académica Helen Taylor publicó The Daphne Du Maurier Companion.

Pero vuelvo a mis lecturas recientes: no dedicaré entrada a El chivo expiatorio puesto que ha sido una novela de la que esperaba más, quizás porque trata un tema que me parece tan jugoso como el del doppelgänger. Antes de empezar a leerlo, imaginaba que sería una mezcla entre Extraños en un tren de Highsmith y El hombre duplicado de Saramago. Puede que haya sido cuestión de expectativas.

Sin embargo, la colección de relatos No mires ahora me ha dejado con ganas de seguir leyendo más de Daphne du Maurier. La versión que he leído yo incluye cinco relatos, algunos de ellos de una extensión considerable, rozando la novela corta.

  • «No mires ahora»: John y Laura viajan a Venecia tratando de volver a rehacer sus vidas tras el fallecimiento de su hija pequeña por causas naturales. Allí coinciden con unas ancianas hermanas escocesas que son clarividentes y aseguran ver al fantasma de su hija junto a ellos. A partir de ahí las cosas se irán torciendo para el matrimonio, en gran parte gracias a la estrechez de miras de John, un narrador no creíble de los buenos. Este relato fue llevado al cine en 1973 por Nicolas Roeg (Don’t Look Now / Amenaza en la sombra en España) en una gran película protagonizada por Julie Christie y Donald Sutherland que aprovecho para recomendarte si no la has visto.
  • «No después de la medianoche». Un solitario profesor de vacaciones en Creta se da cuenta de que ocupa la habitación de un huésped recientemente fallecido e investiga a una pareja estadounidense de sospechosos hábitos.
  • «Una cuestión de fronteras». En este relato viajamos de Inglaterra a Irlanda, acompañando a una joven protagonista que, tras presenciar el traumático fallecimiento de su padre, decide ir en busca de un antiguo amigo de este en busca de respuestas.
  • «El camino de la cruz». Cada uno de los miembros de un grupo de peregrinos británicos en Jerusalén encuentra su particular viacrucis.
  • «El camino». Aquí la escritora se atreve con la ciencia ficción y nos presenta a un científico que utiliza unas instalaciones del gobierno en un lugar recóndito en el que intenta capturar la fuerza vital que abandona el cuerpo humano en el momento de la muerte. Es un relato que recuerda a Frankenstein de Mary Shelley

Como ves, esta es una colección de relatos heterogénea, con el punto en común de sus temas inquietantes o siniestros (uncanny), de la sensación que tienes al leerlos de que algo malo pasará en las siguientes páginas. Esa atmósfera amenazante es característica de Du Maurier, y es seguramente una de las cosas que atrajo tanto a Hitchcock, que llevó a la pantalla grande tres de sus obras: la mencionada Rebeca (la adaptación favorita de la autora), Los pájaros y La posada de Jamaica. ¿La favorita de la escritora? Rebeca, al menos eso afirmó en la entrevista para Desert Island Discs. La de Hitchcock, claro. Se rumorea que las aves se mostraron extrañamente agresivas en Cornualles cuando se estrenó la versión de Netflix.

Pero son los toques de humor de la autora, su ironía, lo que más me ha llamado la atención de estas historias. En «El camino de la cruz» somete a sus personajes a unas situaciones que no desentonarían en una película de los Monty Python. Se ceba especialmente con una distinguida y aristocrática ricachona, pero todos acaban recibiendo su merecido.

El relato más destacable es el que da título a la colección, «No mires ahora». El enredo en que se mete John, el protagonista, cuando cree ver algo imposible en Venecia es inquietante y dramático, pero con algunas pinceladas cómicas. La autora pone su toque ácido en su última frase que no desvelaré para no estropear el relato, pero que (en mi opinión) da unos cuantos puntos de ventaja al relato sobre la película (siendo esta última un «Must-See« de Metacritic y teniendo en cuenta que incluye aquella famosa escena de sexo que no está en el relato). Para mí es el mejor de la colección, con un suspense muy bien dosificado y una atmósfera inquietante y opresiva que te cautivará si el terror psicológico es lo tuyo. Y aquí te dejo con el inicio, cuya frase inicial da título al relato de manera muy acertada, puesto que lo de «mirar», los distintos puntos de vista de los personajes, la manera en la que interpretan lo que ven y lo que oyen es fundamental para el desarrollo de la trama.

—No mires ahora —dijo John a su mujer—, pero a dos mesas de aquí hay un par de ancianas que están intentando hipnotizarme.

Laura reaccionó rápidamente a la señal y realizó un elaborado simulacro de bostezo. Luego ladeó la cabeza como si buscara en el cielo un avión inexistente.

—Justo detrás de ti —añadió él—. Por eso no te puedes girar de golpe, sería demasiado obvio.

Laura recurrió al truco más viejo del mundo y dejó caer su servilleta. Luego se agachó para buscarla bajo sus pies, aprovechando para lanzar una mirada sobre su hombro izquierdo mientras se incorporaba de nuevo. Apretó los labios, el primer indicio de un ataque de risa reprimido, y agachó la cabeza.

Más información:

  • He leído el libro en inglés, esta versión. En español veo que está a la venta otra colección diferente en la que solo coinciden los relatos «No mires ahora» y «No después de la medianoche».

4 comentarios en “No mires ahora — Daphne du Maurier”

  1. Qué bueno es el comienzo de «No mires ahora». No he leído a Daphne du Marier ni he visto esa película. Sí he visto las de Hitchcock, varias veces. Apunto este libro. Ese toque humorístico promete. Excelente reseña. Saludos:)

    Me gusta

  2. Primero decirte que la estetica de tu blog es impecable. Segundo, perdon por la falta de acentos, pero el portatil es del ingeniero -marido-, y no tengo ganas ni tiempo de arreglar este asunto.
    Du Maurier y Rebeca, quien no ha visto y/o leido esta novela icono. Seguro que escuchare el programa de la BBC. La peli, un ‘must see’ definitivo. Y de ella he leido otros dos libros, Jamaica Inn y The King’s General. Ambos me gustaron por razones diferentes, creo que ambos sufren un poco de predictibles, quiza el hecho de que escribia un poco para el publico, asi como Christie, la hizo no tener ese cache de altamente literaria, pero estoy convencida de que hay parrafos y momentos en que muestra una calidad y como dices, un ironia brillantes. Me apunto estas recomendaciones, y brindo por mas Du Maurier, mas libros para mi como lectora, y mas adaptaciones, que se presta mucho a ello, -asi como la reciente adaptacion espectacular de Los renglones torcidos de Dios, que me parece una aportacion al cine de mucha calidad en nuestra tradicion propia.

    Le gusta a 1 persona

    1. Gracias por lo del blog, Silvia, me das una alegría 🙂 Pues no he leído «The King’s General», pero sé que se inspiró en la historia de un esqueleto emparedado que apareció en una reforma de su casa de Cornualles, Menabilly, la misma que sirvió de inspiración para Manderley. Así que lo tengo en la lista de pendientes. De acuerdo con las adaptaciones, que han dado (y siguen dando) lugar a grandes películas. ¡Un saludo!

      Le gusta a 1 persona

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s