Yes, Chef.
Mi propuesta para dar la bienvenida al 2023 —dando carpetazo a esta época cargada de comidas y cenas familiares, de amigos y de empresa— es una serie que te hará empatizar con las personas dedicadas a preparar esos manjares que han durado un minuto en tu boca y que se quedan contigo para siempre en tu caderas y/o barriga, y que te meterá en pleno meollo: en la cocina de ritmo frenético de The Bear (2022), que mientras escribo esto está disponible en Disney+.
Llegué a The Bear sin saber casi nada (solo recordaba haber leído alguna buena crítica) y una de las cosas que más disfruté fue la manera en que se van desvelando detalles del pasado del protagonista Carmen «Carmy» Berzatto (el magnífico Jeremy Allen White). Así que no te contaré demasiado de la trama. Solo lo que se sabe en el primer episodio: que Carmen es un joven cocinero con formación de primera línea (ha pasado, entre otros sitios, por la cocina del Noma) que vuelve al The Original Beef of Chicagoland, el restaurante italiano de su familia con la intención de tomar las riendas del negocio y dar un giro al menú. El local había estado previamente regentado por su fallecido hermano Michael (interpretado por Jon Bernthal en flashbacks).
Carmen hereda el restaurante completo, incluyendo el personal. Todos han trabajado siempre siguiendo el sistema (o no-sistema) de Michael y se muestran reacios a poner en práctica los métodos de cocina de estrella Michelin que pretende implementar Carmy. Entre ellos, destaca el irascible y odioso mejor amigo de Michael, Richie (Ebon Moss-Bachrach) como representante de la oposición en la lucha Michelin-Michael. La serie, aviso aquí, tiene el poder de elevar tus pulsaciones y de contraer tus músculos cervicales, y las escenas que mayor desgaste de energía producen suelen incluir planos y diálogos del perennemente enrabietado Richie. Otro personaje que se opone claramente a los cambios es Tina (Liza Colón-Zayas), aunque su estrategia es algo menos violenta, ya que se hace la sueca (o en su caso, la latina) y pretende no entender inglés cuando no le gusta lo que le piden. El resto del equipo oscila entre uno y otro bando, pero son algo más flexibles. En el lado de Carmy aparece una joven que se autocandidata a trabajar con él porque conoce su brillante pasado. Se trata de Sydney (Ayo Edebiri), una prometedora cocinera formada en la CIA (las curiosamente elegidas siglas del Culinary Institute of America) que regresa a su ciudad natal decidida a seguir aprendiendo de Carmy. Sin embargo, a pesar de su claramente compartida pasión por la alta cocina, la fricción también hace acto de presencia en su relación debido a sus diferentes puntos de vista.
¿Y por qué recomiendo The Bear, una serie que te puede alterar hasta el punto de que verla puede entrar dentro de la categoría de ejercicio aeróbico? Pues por eso. Porque tiene una atmósfera tan lograda que te hará sentir. Te tocará la fibra como pocas lo hacen. No solo te acelera, también te hará llorar y reír. Hay mucho humor en el choque entre dos tipos de cocina tan distintos, pero también en la manera en que se retrata la elitista cocina moderna. Y todo encapsulado en episodios que rondan la media hora y en un escenario contenido, esa cocina algo desastrada de la que apenas salimos en toda la serie. Dudo mucho que la veas y la olvides, como ocurre con tantas otras series. Sí que me creo que la empieces y la dejes porque no te parezca plato de gusto. Pero no creo que deje indiferente a mucha gente.
The Bear toca, entre plato y plato, muchos temas más que la lucha de cocinas. Hay masculinidad tóxica en acción. Hay gentrificación. Hay constatación de que el mundo no es tan simple como para dividirlo entre buenos y malos. Sí, al arranque de la historia los buenos parecen ser Carmen y Sydney. Pero dales un poco de estrés y mira en qué se convierten.
Y suena tremendamente realista en cuanto a lo que debe ser trabajar en una cocina. No he tenido el placer de hacerlo. Mi experiencia más cercana fue trabajar en una cadena de comida rápida en mi época de estudiante. Pero claro, en aquella cocina existía un rígido sistema para el único plato que vendíamos: pizza. Solo cambiábamos los ingredientes. Ningún misterio. Aunque el muy estresante pero excelente episodio 7 en el que los pedidos se van imprimiendo sin cesar en la cocina de Carmy, poniéndolos a todos al borde del ataque de nervios, sí que me recordó a los días en que había partido de fútbol importante, ya que los pedidos se acumulaban también en la pizzería y tocaba correr con la secuencia masa, tomate, queso, ingredientes, horno, caja, repartidor. Pero nada que ver con lo que te hace sentir la cocina de The Bear. Es una cocina imperfecta, con desorden, con pedidos que llegan equivocados, huevos rotos en el suelo, gritos, caos, uñas no del todo limpias y pelo grasiento y sin redecillas. Parece real.
Y tiene algo sexi, aunque no haya escenas de sexo en la serie. Hay algo en la determinación de Carmy, en su pasado oscuro, en su tristeza, en su volubilidad y en su vulnerabilidad bajo esa capa de músculos, ceño fruncido y tatuajes. Y en ese pelazo siempre cuidadosamente despeinado y con un rizo desestructurado que no sabes si atribuir a la gomina o a la grasa del beicon. Algo que expresa mucho mejor que yo esta viñeta del New Yorker:
Habrá una segunda temporada (¡sí, chef!).
Mientras tanto, podemos ver más de Jeremy Allen White, que protagonizó la versión norteamericana de Shameless (que no vi en su día porque había visto la británica). Más de Christopher Storer, el creador de The Bear, un director, productor y escritor natural de Chicago que había producido previamente otra serie «Must Watch» de acuerdo con Metacritic, Ramy. No la he visto pero la tenía en el radar y la veré. De Ayo Edebiri, que también es guionista, ya había visto algo sin saberlo: el episodio «Escuela privada» de Lo que hacemos en las sombras, que me pareció uno de los más divertidos de la última temporada. La recordaba, eso sí, de Dickinson, serie en la que Storer también ha dirigido un par de episodios. No me enganchó, pero quizás la retome ahora que tengo un poco de mono de seguir viendo más de todo este grupo de gente talentosa.
Más información:
- The Bear ha sido elegida como la mejor serie de 2022 por los críticos del diario británico The Guardian. La número 3 de la lista es Severance de AppleTV, también reseñada por aquí por si te la perdiste.
Qué bien empezar el año con una entrada tuya. Me has convencido, me la apunto.
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Me alegro de verte de nuevo, por aquí y, sobre todo, en tu blog. ¡Espero que la disfrutes!
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Le tenía ganas. Pero ahora más. Me la apunto.
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Vale la pena, espero que te guste 🙂
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