Siempre hemos vivido en el castillo (Shirley Jackson) vio la luz en septiembre del 62. Se trata de una novela corta, de 214 páginas, que narra en primera persona la historia de Mary Katherine «Merricat» Blackwood y su hermana Constance, que viven aisladas en una gran casa destartalada junto con su tío inválido. Pronto queda claro que el resto de habitantes del pueblo las rechaza por lo que la tragedia que acabó con la vida del resto de los Blackwood seis años atrás.