Un reflejo velado en el cristal nos presenta una situación enigmática desde el principio: Faustina Crayle, profesora en el prestigioso internado femenino de Brereton, recibe la noticia de su despido fulminante con estupor. Lleva pocas semanas en el cargo y la directora del centro no le informa acerca de los motivos, tan solo le dice algo así como que no encaja.